miércoles, 14 de diciembre de 2011

Formación mesa del congreso.

      Hemos vuelto a presenciar como nuestra democracia esta siendo manipulada de manera partidista, por los dos partidos mayoritarios (o sea Partido Popular y Partido Socialista), en la constitución de la mesa del Congreso de los Diputados.

      El diputado de IU Gaspar Llamazares ha interrumpido la sesión de constitución del Congreso desde su escaño para protestar a viva voz por la exclusión de su grupo, la tercera fuerza política en número de votos, de la Mesa de la Cámara.
      Justo antes de empezar la votación de los miembros del órgano de dirección del Congreso, Llamazares se ha levantado y, al principio incluso sin micrófono, ha reclamado al presidente de la mesa de edad que ordena la sesión, el popular Juan Manuel Albendea, que leyera las normas de elección de la Mesa y el documento del acuerdo suscrito entre PP y PSOE "para excluir a la tercera fuerza política del país".

      Esto indica el porqué del resultado electoral del 20-N, en este caso el PP premia a CiU, para conseguir un aliado  tanto en esta cámara como en el parlamento català.

      También indica la poca altura de miras del PSOE, que  en vez de unir a las fuerzas progresistas las separa, buscando "triquiñuelas" legales para que una fuerza como IZQUIERDA UNIDA, que fue la tercera más votada en el cómputo nacional, no tenga representación en esta mesa y la cuarta, CiU. si tenga.

      Esa es la diferencia de política entre los partidos conservadores y los partidos progresistas.
             
     Los partidos conservadores dejan en segundo lugar sus rencillas personales y buscan puntos de entendimiento. Y los partidos progresistas miran con recelo la subida de votos de otras fuerzas progresistas, no tendiendo puentes para llegar a acuerdos sino intentando que no lleguen a según que puestos y así condenarlos al ostracismo.

      ¿ Y todavía algunos políticos con estas actitudes, no se explican la debacle tan grande sufrida en las últimas elecciones nacionales?

      Todo estas actitudes continuarán hasta que de verdad no haya UNA REFORMA ELECTORAL de verdad, en la que cada voto valga lo mismo independientemente de la Comunidad Autónoma en la que se vote.